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En elaboración, hasta que pueda desocuparme y termine de medir el caudal de significantes que corre por las cañerías. Contacto: juansoloideas@gmail.com

Octavio Paz

"El poema es un espacio cargado de inminencia, una parvada de signos que buscan su significado. Y la nueva poesía será de la otredad, una poesía en la que se juega una percepción simultánea de que somos otros sin dejar de ser lo que somos y que, sin cesar de estar donde estamos, nuestro verdadero ser está en otra parte".

El Otro

Lacan dice que la constitución del cuerpo depende del Otro. Es a partir de la relación con el Otro primordial que se constituye el cuerpo del niño. El otro, al mismo tiempo que lo confronta con su imagen, le dice por ejemplo: "Tenés los ojos de tu padre".
Esos significantes pronunciados por los padres se ligan a su imagen y se incorporan a la identidad que el niño asume.
La identificación simbólica impide que el niño quede atrapado en el mundo imaginario.

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¿Literatura autista-verbosa?


Jacques Lacan sorprende cuando indica que no es el mutismo lo que le parece lo más sorprendente entre los autistas, sino la verborrea. Ni siquiera se trata de una observación clínica, cuya pertinencia no se dudaría, sino de la orientación esencial para abordar la especificidad de un tipo clínico original. ¿Qué es la verborrea? Sino un uso de la lengua de donde la enunciación se ausentó. Ahora bien, la enunciación inscribe el goce vocal en el campo del lenguaje. La voz como objeto pulsional no es la sonoridad de la palabra [voz], sino la manifestación en el decir del ser del sujeto.Es una constante mayor del funcionamiento autístico el protegerse de toda emergencia angustiosa del objeto voz. De la suya propia, por la verborrea o el mutismo, de la del Otro, por el evitamiento de la interlocución. El autista es un sujeto que se caracteriza por no haber incorporado el objeto vocal que soporta la identificación primordial, resulta de eso una carencia de Sí, en su función representativa del sujeto. Cuando el goce del viviente no se cifra en el significante, la manifestación clínica más manifiesta, subrayada por todos los autistas de alto nivel, reside en una escisión dolorosa entre los afectos y el intelecto. Las otras características del cuadro clínico son algunas de las consecuencias.
La representación más difundida autista es efectivamente la de un ser mudo, de modo que Lacan sorprende, con ocasión de una de sus raras indicaciones concernientes a estos sujetos, calificándolos de "verbosos": "Qué le cueste entender [escuchar], dar su alcance a lo que dicen, no impide que sean personajes más bien verbosos”

psicologia

Diálogo con mi Otro

-- El Lenguaje es el camino y la Poesía el atajo.
-- ¿ Te parece que es así ?
-- Seguro. Pero, ¡atención! en el atajo nos encontramos con lo inesperado del sendero. Todo pedrusco tosco.
-- ¡Furtivo risco! Te agrego que el poema-travesía requiere de un esfuerzo descomunal para poder levantar el velo del horizonte.
-- Velo... velo... rugoso acre. Nos obliga a revisitar todo de nuevo. Engendrar cordeles.
-- ¡ Reeducarnos ?
-- Si. Se espera siempre que la poesía desenvuelva aquello diferente que no está a la vista de lo que seduce la acción de los hombres.
-- ¿ De qué materia está hecha la seducción de los hombres ?
-- Se hace muy difícil percibirla. Seguramente, en una anómala época de improbidades, lo único que pueda salvarnos es abrir caminos con la poesía.
-- ¿ Volveremos a la senda de Homero ?
-- ¿¡... !?
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POESÍA ESPECTRAL

Nos orienta, para la composición poética, a usar el más amplio espectro del discantar y la atrevida recién llegada voz del reflejo.
Más el formato, que la sumisa matriz.
Más el cómo de la armonía, que el qué de la melodía.
Más arquitectura vegetal, que materia rústica.
Ni gongorizar ni estar en la vena lugoneante del realismo residual
Hacia una quebradura doble de la palabra y la sintaxis en cautiverio.
La del sueño.
La de la dermis simbolizable.
La de los significantes indulgentes.
Algún día caerá la viruta impresionista de la forma,
y todo será refinado fundamento,
asunto,
luz.

martes, 4 de junio de 2024

MITOS y SIMBOLISMO (1)

Cada mito representa, en su doble función de paradigma y relato histórico, una remisión a aceptar que son símbolos y de esa forma son expresiones en las que nos debemos reconocer.

En la mitología griega encontramos fuertes simbolismos como para corroborar cómo el destino moral del hombre está implicado en modelos quiméricos durante toda su vida. Allí están Edipo y Prometeo como legendarios protagonistas de la epopeya mitológica. Orfeo, Midas, Ícaro, Perseo, Jasón, entre muchos otros, trabajan sobre el aspecto social, pero también sobre el aspecto cósmico y el aspecto poético, es decir tocan las cimas de lo humano terrenal. Se muestra que un símbolo siempre sugiere algo que está más allá de su expresión escrita o proclamada. Implica una relación esencial entre dos significaciones: la de un sentido manifiesto y la de un sentido oculto. Así, todo lo humano está implicado en mitos imaginados. 
En el escritor, lo imaginativo habla del destino humano sano o malsano del psiquismo. Si en una narración estética aparece un personaje destacado, un héroe, éste mismo y su lucha representan a la humanidad entera en su historia y en su impulso evolutivo. El combate del héroe es menos una lucha histórica que una lucha psicológica.  Es la lucha explícita contra el mal íntimo, propio, que siempre retarda la necesidad de evolución.
Los primitivos mitos griegos tratan de dos atributos: la causa primera de la vida, el tema metafísico, y la conducta sensata de la vida, el tema ético. Pero en la sociedad moderna se exacerban muchas tensiones irresueltas. Hoy existen dos cuestiones que se destacan y agregan al intelecto por un cálculo falseado: a) la falta de realización del deseo es el fenómeno central de la vida (tal vez, visitar a Lacán que lo afirma), b) el misterio de la vida sigue incluyendo (agrandado) el misterio de la muerte. Es decir, la vida armoniosamente diferenciada, meta de la evolución del ser primitivo, ha sido oscurecida de su dirección evolutiva hacia una exaltación respeto de sí mismo, la vanidad, que incita a creerse la realización perfecta. Y sólo el júbilo que resulta de la realización esencial logra sublimar el temor ante la muerte. La exaltación utilitaria de una sociedad imperfecta no es más que trivialidad y agitación vana. La deformación malsana del espíritu es creada por un proceso diametralmente opuesto al de la evolución espiritual real a la que nos invitan las alegorías griegas. Así, esos símbolos mitológicos e imaginativos nos advertían de una lucha contra la involución privadora
En esta perspectiva, los mitos y sus parábolas --que han permanecido como un viviente centro de cultura-- lejos de ser un esfuerzo doctrinario y teórico, pone de relieve su alcance más profundo y su naturaleza práctica, que podemos detallar en futuros y más extensos detalles.
                                                                Juan Disante  -  Florida  -  2/6/24 

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