
domingo, 25 de diciembre de 2011
Inocencia
viernes, 16 de diciembre de 2011
Los puentes
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Rayo Verde

iré pensando en mis modos,
tendré tiempo de meritar tus palabras,
tus reparos,
mi higado,
mi condición de empuñar la lapicera,
el tenedor,
las visceras,
de inclinarme a recoger tu pañuelo,
de revisar mi calado.
Esperaré al paso
el mutar de la crisálida que convocamos
en cada mocedad
y cada caracola de la playa de Villa Gesell
atestará mi dilección por tí
y la albeada espuma nos instará,
me dirá algo más sobre el ataque de pánico.
No esperaré la claridad para que explique los acentos
los símbolos de tus significantes
ni a esta metonimia que me lleva.
Daré una vuelta por la cadencia del verbo
y como dices
me dejaré de engorros
al regreso de los pasos de esta retórica,
de este quimérico peñasco
que me huye,
de cada parte de mi todo
que abandona la tinta capilar
que me irrumpe.
Tal vez, cuando amanezca,
cuando ese primer rayo verde
atraviese el firmamento sobre mi ceño,
cuando tu dejes de enamorarte de Paul Celan
... empezaré de nuevo.
martes, 15 de noviembre de 2011
Solsticio
domingo, 6 de noviembre de 2011
lunes, 31 de octubre de 2011
Dulcería
miércoles, 19 de octubre de 2011
Plegaria de una bisnieta Inca
sábado, 8 de octubre de 2011
Huacas

y el hielo de los árticos va desapareciendo,
el oso se va con el frío.
Cada año la tala de las selvas avanza más,
las inundaciones invaden el hábitat natural
y los tigres se van con la madera.
Cada año el cemento obtura la tierra y las playas,
los sapos, libélulas y zorzales desaparecen de las ciudades,
se van con el verde.
Cada año el CO2 se multiplica por la combustión,
se entabla la peor de las guerras: clorofila contra contaminación,
el hombre no sabe a dónde ir con su progreso.
En la contienda abandona su letra
y busca en la cordillera
a los niños Incas de Llulaillaco.
jueves, 6 de octubre de 2011
Solo
.
¿Qué irá pensando ese hombre que camina solo por la vereda angosta?
que el salario no alcanza para su sustento
que es tan gregario en su soledad
que le da por ser interior cada viernes por medio
¿Qué irá pensando?
Debo concederle su polifonía
cuando admira las grandes columnas
los ascensores de treinta pisos
y las tortas cubiertas de crema en las pizzerías.
Debo concederle que siga admirando el progreso
con sus manos en el bolsillo
que siga depreciando por dentro sus propios zapatos
que siga esperando…
que siga esperando vaya a saber qué.
Pero no puedo concederle
que yendo a ninguna parte
que el hombre solo pensando
se sienta transitorio
no se salga más allá de él.
sábado, 1 de octubre de 2011
Abuelo
Quiero retroceder torpe
a esta migración
que tardo nadie pinta.
Quiero encontrar las huellas
de tu nombre
y saber de tanta huída
hacia atrás,
las brumas.
Quiero desandar tus piernas
y no puedo.
Sordedad de mi yo
que no cesa
ni termina de apartarnos.
Tu búsqueda jóven de salidas francas
al gran atascadero global
de tus cercanías
¿o de tus adentros?
Inventor solitario inquisidor,
oriundo,
hablo de tí,
nos persiguen rebeldías iguales
a sí mismo,
emotividades,
pulsiones,
nuestro origen celta.
Congénere de mis ansias
sigo tu tumba del desgano
lejos de tus montañas
de cabras
y manzanilla.
Se trata de que seas lo mismo
que mis nostalgias
para que escapemos de la artrosis
de este mundo agrietado y en tropel.
Peleamos
acariciando,
confundiendo,
copulando,
soñando volver siempre atrás.
Mirando allá
quiero ir a tu encuentro,
no sé si podré sin fe...
martes, 13 de septiembre de 2011
Molinos de viento

1º) En primer lugar, el interesado tiene que determinar qué uso quiere otorgarle: si es para producir electricidad, mover una muela, o simplemente para concebir fantasías. No siendo para ninguno de esos usos, mejor olvidarse de fabricar un molino de viento y pensar en alguna máquina de soplidos.
2º) En segundo lugar es necesario elegir el lugar donde se va a instalar el molino. Ahí hay que chuparse el dedo, levantarlo al aire sobre la cabeza y percibir la dirección de la brisa. Determinar de donde sopla el viento es decisivo, dado que si lo hace desde oriente o desde occidente, puede cambiar la mirada.
3º) Una vez hecha esta elección, entonces hay que empezar a hacerse de los materiales. Ahí hay varias posibilidades, si usted quiere un molino fuerte que funcione al viento, tendrá que hacerlo de algún metal duro, algún robaviento que le dicen, pero que no dejará lugar para ninguna discusión. Ahora, si quiere algo más modesto puede hacerlo de cartón corrugado, lo que abrirá las puertas a eso que se denomina “pragmatismo”. Pero si usted lo quiere de ilusiones perdidas, entonces la recomendación es hacerlo de mazapán. Ahí va a tener la posibilidad de emular al caballero Don Quijote que, montado en Rocinante y con su lanza siempre presta, va a poder hacer de tripas corazón cualquier ilusión desmedida de que algo cambie en este mundo.
4º) Lo que muchos recomiendan es asegurar el Molino con buenos cabestrantes para impedir que los temporales lo derriben. La gente vive equivocada y nunca otorga suficiente importancia al anclaje a tierra. Cualquier proyecto humano debe tener lingaduras para no terminar en chusco, como lucubró el escudero Sancho, que dijo no entenderse de otra manera. No va a ser la primera vez que un molino de viento caiga sobre la cabeza de quien lo construyó. Lo mejor es levantar primero el pedestal y recién después colocar el molino arriba. Nunca al revés, por favor. Uno tiene derecho a soñar, pero con la cabeza sobre la hierba. Siempre habrá un viento norte que enloquezca la razón, una sudestada que destruya todo y un pampero que traiga paz y armonía.
5º) Al final, lo que queda es levantar la torre. Ahí se precisa el esfuerzo de varios convecinos que ayuden. A la vez que unos sujetan la torre, otros tiran de los cables para fijarla en posición de no vértigo hasta que esté perfectamente aferrada. Mientras algunos van sosteniendo la gigantesca estructura, otros la montan, la martillan, la remachan y sueldan. La Academia de Ciencias Exactas aún no ha sabido explicar por qué, para levantar un molino de viento, es necesario el esfuerzo de un agolpamiento comunitario. Los coeficientes de resistencia de materiales que indican los manuales de ingeniería nunca pueden ser divisibles por las mediciones áureas del imaginario popular.
6º) Más allá de optar por el Ingenioso Hidalgo o por Sancho, si seguís tomando en serio el tema de la ventosa energía eólica, deberéis decidirte sin más vueltas por la utopía, que siempre es más prometedora que todo lo sólido, y además, no se deshace en el aire.
miércoles, 24 de agosto de 2011
Capturar la obra

cuando me acerco a sus límites,
cuando arribo al extremo de esa frontera
donde la materia se transmuta.
Sigue estando
aunque cambiada,
si pudiera conocer el cómo y el por qué,
alguna finalidad,
el sentido,
su dirección.
Algo en la obra se resiste a comunicarme
su significado,
ver lo uno en lo otro,
lo extranjero,
me acerco en puntas de pié
y cuando más me acerco, mayor confusión,
son sólo manchas,
el objeto resbala.
Cercano a los desbordes infranqueables de sus límites
el fuerte tiza de su color hispano,
el derrumbre herrumbre del espesor
se propasa,
la obra escapa a la clandestinidad.
¿Cómo representar lo irreal...
cuando lo que se ve no es exactamente lo que se ve?
Invisible subversión.
lunes, 15 de agosto de 2011
Uva
sábado, 9 de julio de 2011
Futuro
aunque sí
por cuanta cosa ofrecida en el camino
por cuanto objeto colocado en su sitio
por la esperanza que demora su promesa.

Tanta promisión en cada paso
en cada tiento
tanta reposición en cada estación
tanto cumplido
tanto puesto
a veces a costa del olvido.
Voy a interrogarlo por si sabe
si sigue estando donde lo hacíamos
cuando lo hacíamos
bien parado
brillante
excesivo.
Mientras seguimos una misma línea
tú te tuerces
te llevas lo abundante
de esta soledad en la que estamos
el testimonio amanecido
buscarás nuevos rumbos
ilusionantes
¿para que otro destino?
jueves, 23 de junio de 2011
Explicarme

domingo, 12 de junio de 2011
Hay que suponer

jueves, 2 de junio de 2011
Ir... volver...

miércoles, 1 de junio de 2011
Tris tras

tan simétrica toda tú
miércoles, 25 de mayo de 2011
Doblamiento

martes, 10 de mayo de 2011
Plumada

miércoles, 27 de abril de 2011
Nuclear

lunes, 4 de abril de 2011
Como decía mi abuelo

sábado, 2 de abril de 2011
Metalepsis
sábado, 26 de febrero de 2011
Volver
jueves, 17 de febrero de 2011
Pedir

viernes, 11 de febrero de 2011
Ya no

lunes, 10 de enero de 2011
A Carlos de la Púa

Mi sentido homenaje a Carlos de la Púa nacido en La Plata el 10 de enero de 1898 y fallecido en Buenos Aires en 1955.
PIANTÁTE
Quien no esté viviendo los balurdos constipados del Buenos Aires 2011, no puede saber donde están las tres musas del bardeo.
En este imperio de chambones de todo tipo, donde cualquier tuerto puede ser rey, la lucha la emprenden con requechos de selva rosquera y mucho batifondo para engrupir.
Y después intentan rajarse de la canusa crispada de sus neurosis.
Quieren bagayear todas las buenas maneras de relación.
Todo el mundo anda enculado y el cabroneo se instaló en la aldea.
Los criollos apiolados relojean de costado al prójimo, viendo en cada chamuyante a un enemigo.
Los enchufados se quedaron sin enchufe.
A los consagrados nadie los campanea ni le pasan bola.
Al iniciado que sale entalcado a la calle, lo embrocan como a enyetado.
El apurado por la ranchada, se estrella como matungo empastado.
Los estructuralistas se cascotean y los embanderados se amanceban.
Los pungas se embolsan el paco y se hacen el chancho rengo.
El gordo sigue persiguiendo la mosqueta y el flaco se jabonea de los ortibas.
¿Querés que te diga?
Si la matufia te melonea, abríte de gambas. La fulería nos abrochó.
Ché malevo, volvéte a La Plata.
Yo acá, voy a ver si engancho a algún embrollón para gatillarle cinco sonetos en la cabeza.
A vos, te aconsejo no seguir engrampado en este piantado conventillerío de garroneo y competencia,
revirado con espiches de otarios.
Cazá la primer carrindanga y rajáte a cualquier pueblito donde el brote chayero esté asomando y no te saquen carpiendo.
Allá, donde un “¡Buendía!” es un buen día, macheteate un poema para la noche del fogón.
Y olvidate de los olfas trompudos de esta Reina Platuda.
Dejálos con el changüí aspamentoso de la fugazzeta.
Dejá, en esta bolada, que la gilada bronquée hasta el caracú.
Juan Disante - Florida - Argentina
.